¿Quién no se ha tomado un cóctel estando de vacaciones o alguna noche después de una buena cena disfrutando de fiesta?. Si hiciéramos esta pregunta a un grupo numeroso, las respuestas afirmativas serían muy altas. Y es que, disfrutar de un cóctel, lo relacionamos habitualmente con nuestros momentos de ocio y asueto.
Los orígenes de esta bebida se remontan al siglo XVI, donde ya se tiene conocimiento del primer cóctel documentado y algunas recetas clásicas que han llegado a nuestros días, se situan a finales del siglo XVIII. En la sociedad americana causaron furor, y eran servidos en los mejores locales de moda. Si bien es cierto, que su popularidad ha tenido altibajos en estos años y ha tenido épocas de un gran esplendor frente a otros donde se ha visto como algo anticuado.
Un cóctel es una bebida donde se mezclan dos o más bebidas alcohólicas con soda, zumos, frutas o diferentes botánicos. Y uno de los ingredientes fetiche a la hora de preparar un cóctel, es el vermut. Por sus características organolépticas, encaja muy bien en una amplia variedad de preparaciones. Ya sea el vermut rojo, blanco, más dulce o más seco, en las manos de un buen barman el resultado será una explosión de sensaciones.
En Bendita Locura Vermut, nos gusta mucho experimentar con nuevos aromas y sabores que despierten los sentidos del consumidor final. Somos unos buscadores infatigables a la búsqueda de sensaciones y por ello, os presentamos unos cócteles que despertarán vuestras papilas gustativas. Su preparación no requiere de instrumental complicado, con un medidor sencillo, hielo, pelador y diferentes cítricos estaremos preparados para convertirnos en unos cocteleros de altura.