Como las cosas para hacerlas tienen que ser en caliente,  esa misma semana empiezan a leer y comprender todo lo que cae en sus manos para entender el mágico proceso de convertir un vino, unas especias y azúcar en un vermut increíble. Mientras “la canción del verano suena despacito”, en un garaje se acumulan bolsas de botánicos, alcohol, vino, caramelos y azúcar. Garrafas de cristal atesoran los primeros intentos en cada esquina del local. Papeles arrugados con formulaciones distintas. Las ideas están claras, el vermut tiene que ser con productos locales y el vino elegido es Malvasía, la variedad blanca más representativa de Zamora. Llega la primera prueba, el aroma es muy agradable, el color sublime y en boca… aguarrás puro, agua de fregar y algún sinónimo más salió aquella tarde de  marras a relucir. Eso no desanimó a los dos amigos, y vendrían decenas de pruebas y ensayos posteriores hasta llegar al momento definitivo, la fórmula final estaba lista y el resultado era el que siempre buscaron: Un Vermut aromático, equilibrado y esa punta de acidez que pide otro sorbo.

La canción del verano dejó sitio en el dial a una Señorita, y tras muchas pruebas entre amistades y conejillos de indias, lo que empezó como una locura de dos amigos, se convirtió en una BENDITA LOCURA, y en marzo de 2019 abren las puertas de su bodega en Morales del Vino para dar a conocer al mundo el primer vermut zamorano…